💛 Pulsera de la Resiliencia

Lo prometido es deuda

¿Recuerdas que en el correo del jueves hablamos de cómo Valeria aprendió a identificar y expresar sus emociones?

Bueno, pues a veces, esos sentimientos de frustración aún aparecían…

—Maestra, no puedo hacerlo. Nunca puedo —dijo Valeria, con lágrimas en los ojos.

Me acerqué a ella con una sonrisa tranquilizadora y le ofrecí una pulsera que llevaba en mi muñeca.

—Valeria, te voy a contar un secreto. Esta es una pulsera especial. La llamo la pulsera de la resiliencia —le dije.

¿Cómo funciona?

👀

🟢 Identificar la emoción: Le expliqué a Valeria que cada vez que se sintiera abrumada o triste, debía tocar la pulsera y pensar en cómo se sentía.

—Valeria, cuando tocas la pulsera, quiero que pienses en lo que estás sintiendo. ¿Estás frustrada, triste o enojada? —le pregunté.

—Me siento frustrada porque no puedo resolver el problema de matemáticas —respondió Valeria.

🟡 Respirar profundamente: Le enseñé a Valeria a respirar profundamente mientras sostenía la pulsera, para ayudarla a calmarse.

—Inhala profundamente, Valeria. Cuenta hasta cuatro… uno, dos, tres, cuatro. Ahora, exhala lentamente. ¿Te sientes un poco mejor? —le pregunté.

—Sí, maestra, me siento más tranquila —respondió asintiendo.

🟣 Recordar una experiencia positiva: Le pedí a Valeria que pensara en un momento en que se sintió feliz o logró algo, mientras seguía tocando la pulsera.

—Piensa en una vez que resolviste un problema difícil o hiciste algo que te hizo sentir orgullosa, Valeria. ¿Puedes recordar un momento así? —le pregunté.

—Sí, una vez resolví un rompecabezas muy complicado. Me sentí muy feliz y orgullosa —respondió Valeria, con una sonrisa.

Por último…

Le sugerí a Valeria que intentara resolver el problema de matemáticas de nuevo, pero esta vez con una mente más tranquila y mejor actitud.

—Ahora, Valeria, vuelve a intentarlo. Tienes la capacidad de hacerlo bien. Recuerda lo orgullosa que te sentiste con el rompecabezas —le animé.

Valeria tomó el lápiz y, con una nueva perspectiva, logró resolver el problema de matemáticas.

—¡Ya pude, maestra! ¡Lo resolví!

¿Qué pasó con Valeria?

Verás.

Con la pulsera de la resiliencia, Valeria no solo aprendió a identificar sus emociones y calmarse, sino que también desarrolló una herramienta para recordar sus logros y enfrentar los desafíos con más confianza.

⭐️ Esta técnica es simple, pero muy poderosa, y puede ser una herramienta invaluable para enseñar a nuestros hijos a lidiar con situaciones difíciles y fortalecer su bienestar emocional.

¿Quieres más herramientas?

¡Nos leemos mañana!

Maestra Miel 💛

Por cierto…

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